No se trata solo de programar o entender la tecnología, sino de aprender a pensar de manera lógica, estructurada y creativa para resolver problemas de forma eficiente. Desarrollarlo desde edades tempranas ayuda a los niños a comprender mejor el mundo que les rodea, a anticipar consecuencias, a tomar decisiones y a enfrentarse a los retos con autonomía y confianza. “En el Grupo Educare entendemos la innovación educativa como una búsqueda constante de nuevas formas de aprender, enseñar y crecer. Nuestro propósito no se limita a transmitir conocimientos, sino a formar personas capaces de pensar, crear, decidir y aprender con autonomía, en coherencia con nuestra visión de una educación integral y de excelencia”, afirma Amparo Cañizares, Directora Pedagógica y de Desarrollo Profesional del Grupo Educare.

Hace ya tres cursos escolares, esta institución educativa inició un proyecto pionero que trabaja el pensamiento computacional sin pantallas desde edades tempranas: KUBO GO. Esta experiencia, que comenzó en las etapas iniciales, ha demostrado su enorme potencial para estimular la lógica, la creatividad y el pensamiento estratégico en los niños. Según explica Cañizares, “este curso damos un paso más: por primera vez, KUBO GO se incorpora al área de Matemáticas de 1º de Primaria, consolidando un proceso de aprendizaje que crece junto con nuestros alumnos”.

El pensamiento computacional es mucho más que aprender a programar: es aprender a pensar de forma estructurada, a descomponer problemas, anticipar consecuencias, buscar patrones y crear soluciones. Y lo más fascinante es que los alumnos aprenden a programar sin darse cuenta, a través del juego, la manipulación y la experimentación.

Se trata de una metodología innovadora que potencia también la metacognición, una de las competencias más valiosas del aprendizaje profundo. Tal y como destaca la directora Pedagógica del Grupo, “los niños reflexionan sobre sus propios procesos mentales, identifican errores, diseñan estrategias y descubren que el pensamiento puede entrenarse igual que un músculo”. Gracias a ello, realizan operaciones cada vez más complejas con naturalidad y seguridad, disfrutando del proceso y desarrollando confianza en sus propias capacidades.

Cañizares subraya que “en Educare creemos firmemente que la tecnología tiene un papel importante en la educación, siempre que se utilice con sentido pedagógico, equilibrio y propósito. Por este motivo, KUBO GO no excluye las pantallas, sino que prepara para su uso consciente, ayudando a los alumnos a pensar antes de interactuar con la tecnología. Aprenden a ser usuarios críticos, reflexivos y creativos, capaces de utilizar las herramientas digitales como aliadas de su pensamiento”.

Esta propuesta forma parte de la apuesta de los colegios Educare por las metodologías activas, que sitúan al alumno en el centro del proceso educativo. El objetivo es que cada niño aprenda haciendo, descubriendo y compartiendo, en un entorno que fomente la curiosidad, la cooperación y la autonomía.

En definitiva, KUBO GO refleja el compromiso del Grupo Educare con una educación integral, donde la excelencia académica se combina con el desarrollo personal, emocional y social de cada alumno. Tal como concluye Cañizares, “queremos que nuestros alumnos no solo adquieran conocimientos, sino que aprendan a pensar, a decidir y a construir su propio futuro”.

El propósito del Grupo Educare no es llenar mentes de datos, sino generar el deseo de aprender y el placer de pensar. Y ese es, sin duda, es el mejor camino hacia la excelencia.